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            DISCIPLINA

 

Animal X ha introducido en Medellín un sistema de entrenamiento que ha demostrado ser muy efectivo convirtiendo cuerpos comunes en cuerpos atléticos, estéticamente admirables, fuertes y bien formados, o en palabras de Foucault “de una pasta informe, de un cuerpo inepto, se ha hecho la máquina que se necesitaba; se han corregido poco a poco las posturas; lentamente, una coacción calculada recorre cada parte del cuerpo, lo domina, pliega el conjunto, lo vuelve perpetuamente disponible, y se prolonga, en silencio, en el automatismo de los hábitos” (p. 82). Pero este no es un gimnasio convencional puesto que su finalidad no es la de formar cuerpos sino mentes disciplinadas. Animal X es el templo de la disciplina.

 

“Es dócil un cuerpo que puede ser sometido, que puede ser utilizado, que puede ser trasformado y perfeccionado.” Y son estos cuerpos dóciles los que han convertido a Animal X en una marca, una obsesión “un estilo de vida”. “Lo que más me gusta de Animal es la exigencia que ofrecen, mucha disciplina, enseñan a ser muy disciplinado, a cuidarte también para que veas los frutos del ejercicio.” Comenta entusiasta Cindy Castaño, quien entrena hace 14 meses.

            ESCALA, OBJETO Y MODALIDAD DE                 CONTROL

 

Las rutinas son de una hora durante la cual los que entrenan deben rotar cada minuto al sonido de una sucesión de pitidos por todas las estaciones de un circuito diseñado para ejercitar una parte del cuerpo específica: brazos, abdomen, piernas, glúteos… Cada día de la semana se entrena una parte diferente lo cual obliga a no faltar en la semana para no desequilibrar el entrenamiento. Los movimientos del cuerpo deben ser precisos, los ejercicios replicados con exactitud al ejemplo del entrenador, cada movimiento está regulado y es vigilado. “implica una coerción ininterrumpida, constante, que vela sobre los procesos de la actividad más que sobre su resultado y se ejerce según una codificación que retícula con la mayor aproximación el tiempo, el espacio y los movimientos.” (p. 83).

 

"La disciplina aumenta las fuerzas del cuerpo (en términos económicos de utilidad) y disminuye esas mismas fuerzas (en términos políticos de obediencia)." Focault

                   ANATOMÍA POLÍTICA 

 

“El cuerpo humano entra en un mecanismo de poder que lo explora, lo desarticula y lo recompone. Una "anatomía política", que es igualmente una "mecánica del poder", está naciendo; define cómo se puede hacer presa en el cuerpo de los demás, no simplemente para que ellos hagan lo que se desea, sino para que operen como se quiere, con las técnicas, según la rapidez y la eficacia que se determina.” (Focault, 2002, p. 84)

 

“El que viene a Animal X es porque sabe cómo es acá y cómo lo van a tratar, de cierta forma se trata mal a la gente pero no en un sentido irrespetuoso sino tratando de que se superen a sí mismos. Si venís acá y pretendes que no te griten, está en el lugar equivocado.” Dice Jonathan Orozco, socio y administrador de Animal X Laureles. En este sentido las personas que van al gimnasio se someten voluntaria y disciplinadamente a la autoridad que dentro y fuera del gimnasio ejercen sobre sus cuerpos en detalle. Adentro deben hacer todo lo que les dicen y cómo se lo dicen, someterse a escuchar solamente techno, a acatar las órdenes de un entrenador, a ejercitar cierta parte del cuerpo de cierta manera determinada a ir a un ritmo y de acurdo a un tiempo establecido. Implícitamente son coaccionados para vestir de una forma determinada (en muchos casos con la marca Animal X) dentro y fuera del gimnasio, a comer de una forma determinada, ingerir proteínas y quemadores, dejar el alcohol, las drogas y la rumba y crear todo una rutina que gire en torno del estilo de vida Animal X. La meta es lograr que se “empeliculen”.

 

“Muy representativo del gimnasio es la exigencia y como que están pendientes de ti, ‘hacé este ejercicio porque vos venís aquí a pagar y la mensualidad es cara y no queremos que vengás a perder tu tiempo’ y además a ellos les importa que uno vea lo frutos.” dice Cindy. Los cuerpos son tanto más obedientes en cuanto son más útiles y viceversa.

                  EL ARTE DE LAS DISTRIBUCIONES

 

El gimnasio, denominado “Templo del bombeo” es un lugar que se concibe como único e inviolable, donde todos deben atenerse a unas reglas que regulan su forma de actuar y expresarse dentro del espacio. “ Se trata de establecer las presencias y las ausencias, de saber dónde y cómo encontrar a los individuos, instaurar las comunicaciones útiles, interrumpir las que no lo son, poder en cada instante vigilar la conducta de cada cual, apreciarla, sancionarla, medir las cualidades o los méritos.” (Focault, 2002, p. 87). Se evidencia la intencionalidad de organizar un espacio analítico, es decir ordenado de forma que todas las personas puedan ser supervisadas y vigiladas por los entrenadores.  

 

El principio de la división del espacio en zonas individualizantes también está presente. Cada persona al ingresar al circuito debe registrar su entrada con un lector de huellas digitales. Los nutricionistas y deportólogos poseen información nutricional, medidas, peso, masa muscular, etc. de cada persona que entrena en el gimnasio. Este es un entrenamiento semi personalizado, es decir que los entrenadores están constantemente corrigiendo, vigilando y exhortando a los que asisten a las clases, pero al tiempo clasificándolos entre los más hábiles, los rezagados, los perezosos, los que tienen más o menos potencial. 

En Animal X no existen rangos establecidos, pero sí de manera implícita, como sucede en toda "familia". Los entrenadores son un modelo a seguir para los que entrenan, son el ideal estético y disciplinario. Los más antiguos son objeto de respeto e inspiración de los novatos. El total de peso que pueda cargar o levantar una persona le confiere status; por supuesto, qué tan grande, "cuajo", formado esté el cuerpo de un hombre y esbelto, hábil y tonificado el de una mujer también es determinante para clasificar a las personas por rangos. En palabras de Andrea Silva, que entrena en el Animal X del Estadio el ideal del que entrena es "ser muy musculoso, tener mucha motivación, obtener cambios radicales en poco tiempo, un estilo de vida nuevo, que se metan mucho en el cuento con el ejercicio excesivo, no tener excusas para ir a entrenar." El Animal X puede describirse como un lugar para entrenar pero también para vigilar, jerarquizar, y recompensar.

                   EL CONTROL DE LA ACTIVIDAD 

 

El control del tiempo es un factor determinante del éxito de este sistema de entrenamiento. Cada clase dura exactamente una hora contabilizada por un computador y en ellas se permite un máximo de 32 personas y cinco entrenadores. Este método permite una economía y eficacia del tiempo y una intensidad en el entrenamiento y en el control de los movimientos que se traduce en una gran rentabilidad, “Sus tres grandes procedimientos —establecer ritmos, obligar a ocupaciones determinadas, regular los ciclos de repetición” (Focault, 2002, p. 90) Son evidentes y fundamentales para asegurar ese control en el gimnasio. Todo el tiempo es útil.

 

El símil gimnasio- convento también aplica en este caso. Todos los Animal X son denominados “Templos del bombeo”. Todos tienen en sus instalaciones un pequeño “altar” de Dragon Ball Z, que representa toda una simbología del poder y la transformación. “(Alex, el creador) Asimila el cambio y la evolución de Gokú, cuando era niño, después fue creciendo y eso lo asocia con la evolución del negocio, de los profesores y los que entrenan”, afirma Jonathan Orozco, socio del gimnasio. Esta simbología es utilizada para motivar a las personas a través de las redes sociales y en las instalaciones. Es común que al entrenar las personas se autodenominen superhéroes y hasta adopten posiciones propias de estos personajes de fantasía.

 

Otro elemento importante es la elaboración temporal del acto. “El acto queda descompuesto en sus elementos; la posición del cuerpo, de los miembros, de las articulaciones se halla definida; a cada movimiento le están asignadas una dirección, una amplitud, una duración; su orden de sucesión está prescrito. El tiempo penetra el cuerpo, y con él todos los controles minuciosos del poder.” (Focault, 2002, p. 92). Cada ejercicio debe ser ejecutado con precisión y en los tiempos determinados, de lo contrario se castigará al que no quiera o no pueda hacerlo obligándolo a repetir cinco minutos el ejercicio.

 

La disciplina también media en las relaciones de los objetos como pesas, barras y máquinas y las personas. Se establece y regula la forma exacta de tomarlos, usarlos, alzarlos, las repeticiones, la posición que debe adoptar cada parte del cuerpo en el momento del ejercicio. Los entrenadores gritan, apoyan, reprenden, estimulan, su voz siempre está presente y es acatada sin chistar, representan toda una figura de autoridad.

"El poder disciplinario tiene como correlato una individualidad no sólo analítica y "celular", sino natural y "orgánica". Focault

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